domingo, 24 de enero de 2010

Vea el queso más repugnante del mundo - video

La primera vez que me enteré de la existencia de esta delicia estrafalaria fue gracias a The F Word, un programa de cocina inglés. Siempre lo veo en las noches mientras ceno. Ese día tuve que bajar el tenedor horrorizada.
Y es que en Cerdeña los pobladores tienen una peculiar costumbre milenaria. Elaboran el mejor queso de cabra que, de por sí, es ya una delicatessen. Pero no queda ahí: ellos abren el queso, lo “destapan” y lo dejan almacenado por tres semanas. Durante ese tiempo, la magia sucede.

La mosca del queso, piophila casei, se posa sobre el producto lácteo y pone sus huevos en él. Los pequeños gusanillos nacen, entran al queso, lo comen y la acción digestiva de estos logra que este se convierta en queso crema.


Para los señores italianos que lo consumen, si las larvas no están vivas, el queso no está bueno. Algunos las retiran antes de comer el producto untado en pan. Sin embargo, estas chicas son algo necias y, cuando se sienten incómodas, pueden saltar hasta 15 centímetros, directo a los ojos del comensal.

Algunos deciden matarlas antes de comer. Según Wikipedia, lo que se acostumbra es tapar el queso con una bolsa plástica, así se asfixia a los gusanos, porque dejan de recibir oxigeno. Uno sabe que los huéspedes ya no están vivos cuando dejan de saltar contra la bolsa plástica y el sonido de pop corn acaba. Como la canchita en el microondas.

Las regulaciones de higiene de las Unión Europea casi llevan al casu marzu a la extinción, pero los poquitos productores que quedan se ampararon en otra norma de la Unión Europea que protege a la comida tradicional. Y ya que este queso se remonta a siglos atrás, se permite su producción en pequeña escala. Y, claro está, siempre se puede encontrar en el mercado negro.

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